martes, 14 de agosto de 2007

Boda con una vaca












Este proceso comienza con una conversación delirante con mi amigo
Javier Payeras, quien en medio de una buena dosis de cafeína y
nicotina inicia uno de esos juegos narrativos con los que suele
entretenerse. "Y hay que ver que los disfruta". Un punto de
partida sumamente interesante, con el que se inicia una reflexión.
El trabajo se centraba en el matrimonio como institución, cierta
reflexión sobre el acto, pero sobre todo, una reflexión sobre los
roles que juegan los individuos en este ritual. Una forma sutil
y casi teatral de retomar el tema para poder visualizarlo desde
otras perspectivas. El tema de los géneros dentro de la sociedad,
es un tema interesante, sobre todo en culturas en donde aún sigue
predominando una visión machista. Esta fue una de las razones más
importantes para el proceso de construcción de la obra.
Mientras el Doctor Virus, un alterego que representaba la convicción
del macho latino, aceptaba las condiciones y obligaciones legales
del matrimonio, la fabulosa, siempre silenciosa, se orinaba y defecaba
en el acto. Una reacción que coincidió delicadamente dándole el toque
espontáneo a este performance. Las mujeres del público se carcajeaban
teniendo una lectura interesante de la acción como tal. Por supuesto
uno de los coautores, presente como todo un invitado, no sabía que lo
que había comenzado como el inicio de una historia fantástica, se daba
lugar en realidad, allí en el atrio de la iglesia La Recolección como
parte del programa del festival de arte urbano Octubre Azul, en el
año 2000. He aquí una foto de este performance.

Alejandro Marré

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